MUJICA: “No se entiende una nación si no se respeta su pasado”

Con motivo de un nuevo aniversario de la jura de la primera Constitución, el Presidente Mujica emitió un mensaje de transmisión simultánea por radio y televisión. Sostuvo que “nuestros antepasados hicieron su parte en el marco de un mundo primitivo, con soluciones escasas” y agregó que “no se entiende una nación si no se respeta su pasado, que no es sólo una reverencia, sino una lección para mirar hacia el porvenir”. En la oportunidad recordó que la gesta artiguista tuvo un mensaje que “nunca más tendrá segunda versión, como la pata más popular y profunda de intento de construir un Estado republicano, federal, democrático, con un respeto enorme a las regiones y con una propensión a lo social, al mundo indígena , hacia los gauchos pobres, la redistribución de la riqueza, que no tuvo parangón en la historia de América del Sur y que naturalmente en alguno de sus capítulos como la Redota tuvo que construir un sentimiento de nacionalidad de repercusiones de carácter histórico”.

Sostuvo que nuestro nacimiento como Nación no termina con el acto formal de jurar una Constitución, ya que se encuentra sujeta a “los avatares de su época conservadora, que dejó los derechos por el camino de una multitud de gente, que no se acordó de los analfabetos, de los pobres, de los negros”.

De todas maneras, cree que fue un intento de nuestros antepasados por conformar y gestar un país “que todavía iba a necesitar largas décadas de historias púrpuras, enfrentamientos, caídas, negaciones y afirmaciones, pero en todo ese largo proceso, el Estado va a tener crecientemente una gravitante participación en la construcción del país del punto de vista formal e institucional”.

Agregó que “la ola inmigratoria que nos trajo muchos de nuestros apellidos, la revolución industrial en el mundo, la participación en el mercado mundial creciente, los progresos manifiestos en el campo científico y tecnológico, la revolución productiva que se gesta también en Uruguay, van a ir afirmando la vigencia de una Constitución que en las primeras décadas parecía una especie de lujo de bazar en un país cerril, que poco concordaba con la letra escrita y que fue mil veces negada, pero en definitiva establecía un marco de intención”.

En tal sentido, el Presidente señaló que es bueno conocer toda esa etapa de nuestra historia porque “las raíces no se ven, sólo se ve y vislumbra el hoy y el porvenir pero el reconocer nuestras raíces sirve esencialmente para aprender”.

Finalmente, expresó que “no se entiende una Nación si no se respeta su pasado, el pasado no es sólo una reverencia, es fundamentalmente una lección para mirar hacia el porvenir. Pensamos que en un mundo distinto cada vez más interdependiente, más crudamente globalizado, donde pesa mucho más el costo de las injusticias sociales, la falta de equidad y los problemas que quedan por resolver, tenemos que recordar que nuestros antepasados hicieron su parte en el marco de un mundo primitivo, con soluciones más que escasas, rudimentarias, pagaron con su sangre su compromiso y no tenemos derecho a hipotecar nuestro mutuo respeto, nuestra fraternidad y nuestro sentido orgulloso de pequeña Nación en una esquina importante de nuestra América”.

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