Entre los meses de abril y setiembre de este año, el Programa de Desarrollo y Gestión Subnacional (PDGS) de la OPP, en el marco de su componente de modernización de la gestión, desarrolló en San Gregorio de Polanco un piloto en gestión de riesgos que procuró frenar la erosión costera y la pérdida de la calidad de playas para el uso recreativo y turístico. El piloto arrojó buenos resultados, pero resultó insuficiente ante la dimensión de la problemática. Por eso el PDGS propuso una segunda fase del plan, que está a estudio y resolución de la Intendencia de Tacuarembó.
El objetivo del piloto fue mejorar la disponibilidad de playas y disminuir la erosión costera de la localidad, de forma de mitigar el impacto en la actividad turística durante la ocurrencia de elevados niveles de agua en el embalse de Rincón del Bonete. En el plano metodológico, se aplicaron las llamadas tecnologías blandas (con la utilización de materiales 100% biodegradables) para la captación de arena.
Esto permitió aumentar los volúmenes totales de arena seca y la superficie de playas disponibles, en especial ante eventos climáticos adversos. Entre los resultados del piloto puede destacarse la instalación de 250 metros lineales de cerca, lo que permitió la captura o retención del equivalente a 150 camiones de arena. De este modo, se llegó a la conclusión de que es posible la retención de arena mediante la utilización de trampas vegetales, lo que aumenta la resiliencia del sistema.
No obstante, y a pesar de los resultados señalados, el proceso de erosión y pérdida de playas continúa, motivo por el cual el equipo técnico del PDGS ha diseñado y puesto a consideración de la Intendencia de Tacuarembó una propuesta denominada Fase II. El objetivo de la propuesta es incrementar la resiliencia del sistema para mantener la competitividad del sector turístico del balneario en el largo plazo.
Esto supone potenciar aquellos elementos naturales que permiten un mejor funcionamiento del sistema, a la vez de implementar infraestructura específica para disminuir las presiones de uso derivadas de la actividad turística. Estas acciones se complementan y potencian con otras que la OPP también desarrolla en el lugar a través del PDGS.
Entre ellas se ubica el proyecto de “Parque de protección costera de San Gregorio de Polanco”, que consiste en el acondicionamiento y protección de parte del borde costero de la citada localidad, y que entre sus principales componentes contempla la realización de un muro de contención a modo de defensa costera, una rambla y un parque lineal destinado a espacio de paseo y recreación. La obra ha sido considerada por autoridades municipales y departamentales como histórica para el principal balneario de agua dulce del Uruguay, a raíz de su impacto urbanístico, turístico y ambiental.
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