EL PLAN BRASILEÑO PARA CONQUISTAR EL MUNDO… ACADÉMICO

La primera vez que el joven estudiante Lucas Oliveira tomó un avión para salir de Brasil, en enero de este año, estaba por embarcarse en lo que describe como «una oportunidad increíble». Lucas, estudiante de Ingeniería Mecánica de 21 años, forma parte de los 650 universitarios que llegaron a Estados Unidos para pasar un año de intercambio. «Lo más lejos que había ido era Venezuela, ¡y en auto!», confiesa.

Al igual que Lucas, Guilherme Cruzatto, de 23 años, tampoco podía permitirse pagar los estudios de Ingeniería en Estados Unidos. Pero gracias a un programa de becas del gobierno brasileño ambos estudian en la Universidad Católica de América, en Washington D.C.

Lucas y Guilherme son la avanzadilla de los 100.000 universitarios que Brasil planea enviar a estudiar al extranjero hasta 2015. De ellos, alrededor de 20.000 irán a Estados Unidos. El programa se llama «Ciencia sin fronteras». En él, el gobierno invertirá US$1.750 millones en 75.000 becas, la gran mayoría para que investigadores brasileños viajen al exterior. Además, el Ejecutivo pretende que el sector privado conceda otras 26.000.

El martes 11 de abril, en su segundo y último día de visita a Estados Unidos, la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, visitará en Boston a dos de las universidades más prestigiosas del mundo -Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts- para promover el programa, informó Pablo Uchoa, corresponsal de BBC Brasil en Washington. Con Ciencia sin Fronteras, Brasil busca incrementar la población con capacitación en ingeniería, biotecnología, ciencias del mar y otros campos que servirían para facilitar el crecimiento económico.

Ahora, Lucas y Guilherme tienen tienen comida y alojamiento, así como una paga de US$300 mensuales para otros gastos. «Creo que participar en este programa será una de las experiencias más enriquecedoras de nuestra vida», comenta Guilherme. Cuando regresen a su país, Lucas, Guilherme y otros cinco alumnos del Centro Espacial Goddar de la NASA (Maryland) pasará a formar parte del contingente de mano de obra altamente cualificada de Brasil.

Después de una década de crecimiento sostenido, el desempleo en el gigante sudamericano está en mínimos históricos y escasean los trabajadores muy formados, especialmente en el campo de la ingeniería y la construcción de infraestructuras. Según el corresponsal de BBC Brasil, el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff teme que eso pueda suponer un obstáculo para el crecimiento de su economía. Por eso la preocupación está presente en la agenda de la mandataria en su primera visita a EE.UU.

Y es que, en palabras del presidente de la Agencia Brasileña de Desarrollo Industrial (ABDI), Mauro Borges Lemos, la mandataria busca en EE.UU. «conocimiento e innovación, y no dinero» – De BBC Mundo

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