DECANOS ACONSEJAN GESTIÓN DE SUELOS

Los decanos de las facultades de Agronomía, Ciencias, Ingeniería y Química presentaron el informe de la Universidad de la República, insistiendo en la necesidad de una “estrategia de gestión” de los suelos para evitar la aparición de fósforo. “Nadie se va a morir por tomar agua de OSE”, tranquilizaron. Los decanos de las facultades de Agronomía, Ciencias, Ingeniería y Química presentaron este viernes las conclusiones de su informe sobre la calidad de agua en la cuenca del río Santa Lucía. Tras presentar los resultados, los catedráticos insistieron en la necesidad de aplicar estrategias para controlar la presencia de fósforo en el agua.

El estudio fue dirigido por los decanos de Agronomía Fernando García Prechac, el de Ingeniería Héctor Cancela y el de Química Eduardo Manta y de Ciencias Juan Cristina. Este último, remarcó la importancia de que la Universidad de la República aporte su postura sobre el tema, «cumpliendo con su misión y brindando toda la información posible a quienes deben tomar las decisiones». De hecho, Manta recordó que la Facultad de Química tiene un convenio con la URSEA (Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua) desde 2004, a través del cual los científicos de esa institución realizan estudios del agua «cada vez que se detectan desviaciones con respecto a la norma». El experto aclaró que desde que está vigente el convenio se han detectado varias «desviaciones puntuales» en el agua potable. De todos modos, aclaró que fueron situaciones excepcionales y que lograron normalizarse tras un seguimiento de ese servicio universitario.

Por su parte, el decano de Agronomía García Prechac explicó que el fósforo no es tóxico en sí mismo, pero «crea la condiciones para la aparición de algas, lo que es perjudicial para el proceso de potabilización». En ese sentido, aclaró que la presencia de fósforo se debe fundamentalmente a la natural erosión de los suelos y sólo en un pequeño porcentaje al uso de fertilizantes. En ese sentido, los decanos aconsejaron que exista una «estrategia de gestión» de los sedimentos.

Cancela, decano de Ingeniería, propuso la utilización de modelos computacionales de gestión, aplicados en países como Estados Unidos. A través de este tipo de herramientas se lograría «planificar el uso del suelo» en base a modelos informáticos, lo que permitiría que «en cada uso del suelo se tomen las decisiones que causen menor impacto». Los catedráticos pusieron énfasis además en la necesidad de «buscar otra fuente de agua potable alternativa» para al futuro, a modo de «plan b». Si bien aclararon que la cuenca del Río Santa Lucía no está en peligro, remarcaron la importancia de evitar que el 60% de la población uruguaya dependa de la misma fuente.

«Nadie se va a morir por tomar agua de OSE», tranquilizó Cristina, agregando que lo importante del estudio de la Universidad de la República es «dar tranquilidad de que los problemas que hay se conocen y existe capacidad suficiente para enfrentarlos». Por su parte, Manta cerró su alocución insistiendo en que «la ciencia y la tecnología deben estar al servicio de las grandes construcciones del país» e instó a los tomadores de decisiones en Uruguay a recurrir a la academia. «Aquí estamos», enfatizó

Gobierno anunció más medidas – Tras el informe de la Universidad de la República sobre la concentración de fósforos en la cuenca del Santa Lucía, producto de la actividad agropecuaria, el gobierno sigue sumando medidas para controlar la calidad del agua. El Poder Ejecutivo aprobó un decreto que regula la gestión ambiental del manejo de productos químicos en el rubro.

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