DESDE EL IPORA / Por Washington Benavides (*)

Finalizando nuestra estadía anual, la visita de seres queridos como Circe, Ariel, Ciro, Tomás de Mattos y Nelson Ferreira, además de los niños escolares de la Colonia de Vacaciones que se fotografiaron conmigo y Nené, junto a Patricio y su caballada y Pinocho Escayola redivivo en fotógrafo, en el Iporá, con familiares auténticos, sí, nos oxigenamos para las duras pruebas del presente. Sólo un borrón en este pago que amamos: determinados comunicadores de corte netamente fascistoide en la radio. Estimulando las reacciones más primitivas de sus oyentes.

Un ejemplo, ante una trifulca entre un grupo de muchachos y el patovica de turno, una oyente pregonó que era «necesario un golpe de estado» para moler a palos a esos delincuentes melenudos.

El comunicador-director, nada dijo ante tamaña barbaridad. Otro «comunicador» dijo que todos los médicos eran unos asesinos si aceptaba la Ley propuesta.
Si estas turbias aguas se dan de beber a gente mal informada, el horizonte uruguayo está sombrío. No podemos dormirnos.
(*) Enero / 2012

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