QUINO cumplió 80 años, hace 40 que está sin MAFALDA

Quino, el padre de Mafalda, la mítica niña contestataria de historieta, cumple 80 años este martes recluido con su timidez en su casa de la ciudad argentina de Mendoza y sin sentir nostalgia por el emblemático personaje que le dio fama mundial. Señaló que por lo único que la edad no le resulta «una porquería» es porque «uno va entendiendo mejor la música que escucha de toda la vida». Joaquín Lavado, conocido como Quino, dijo que llegó a sus 80 años «como un arquero que no sabe por dónde entró la pelota», aunque su vida como caricaturista está plagada de impactantes creaciones que tienen en la cima a Mafalda, la mítica niña que sigue cautivando a millones de lectores en todo el mundo con sus agudas reflexiones que ridiculizan el universo de los adultos.

Pese a que la historieta traducida a 15 idiomas se dejó de publicar como tira hace casi 40 años, Quino se siente atrapado por la asociación automática de su persona con el famoso personaje, aún vigente a través de numerosas reediciones y cuya figura aparece profusamente en playeras, láminas, almanaques y otros productos.

Tal vez por eso sorprendió al confesar el día de su 80 aniversario que, antes que a la mordaz niña que desnuda sin medias tintas a la clase media, prefiere a Libertad, una utopista rebelde que se opone a todo lo establecido. «A Mafalda la dibujé desde que empezó hasta que terminó la tira, durante diez años. En cambio, a Libertad la dibujé al final de la tira y, claro, con ese personaje me siento mejor», dijo Quino sobre la saga publicada entre 1964 y 1973 en los semanarios argentinos Primera Plana y 7 Días y en el diario El Mundo.

Desde su casa de Mendoza, la ciudad limítrofe con Chile, donde nació el 17 de julio de 1932, Quino dice que ya no puede desplegar su talento porque, explicó, «las limitaciones físicas me joroban» y confiesa que aún le surgen ideas pero se pregunta: «¿Para qué gastarme en que se me ocurran cosas que después no puedo dibujar?». Tampoco se dedica a dar cátedra a nuevos dibujantes debido a que se considera «bastante introvertido», una marca de su personalidad que lo llevó a rehuir o aceptar a regañadientes homenajes y otras celebraciones. Directo, afirmó que por lo único que la edad no le resulta «una porquería» es porque «uno va entendiendo mejor la música que escucha de toda la vida», y añadió, en una entrevista publicada este martes en diario Clarín, que «no es lo mismo escuchar a Beethoven ahora que a los 20 o 40» años.

El dibujante se hizo famoso internacionalmente con la publicación en 1969 en Europa de «Mafalda, la contestataria», con prólogo de Umberto Eco, quien la definió como «una heroína iracunda que rechaza al mundo tal cual es, reivindicando su derecho a seguir siendo una niña que no quiere hacerse cargo de un universo adulterado por los padres».

En 1954, Quino se instaló en Buenos Aires, donde publicó historietas en varios medios, pero tras el golpe de Estado de marzo de 1976, que instauró en Argentina una dictadura militar, se trasladó a Milán junto a su esposa Alicia, ya acompañados por la fama de Mafalda.

En su carrera de más de 50 años, Quino publicó numerosos libros de humor como «¡A mí no me grite!» (1972), «Bien, gracias, ¿y usted?» (1976), «Ni arte ni parte» (1981), «Gente en su sitio» (1986), «Potentes, prepotentes e impotentes» (1989), «Yo no fui» (1994) y «¿Quién anda ahí?» (2012). Además, sus tiras aparecieron durante años en la edición dominical de Clarín y del diario español El País.

Más allá de lo que diga o sienta su autor, parecería ser difícil separar a Quino de Mafalda. Cierta vez, interrogado Julio Cortázar sobre el personaje que lanzó al dibujante mendocino a la fama mundial, el escritor respondió en broma: «Eso no tiene la menor importancia. Lo importante es lo que Mafalda piensa de mí».

Por Oscar Laski (AFP)

Foto 2: Quino junto a un monumento a Mafalda (Alejandro Pagni / AFP)

De 180.com

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