RECURSOS HUMANOS UN DESAFÍO PARA URUGUAY

Ante el bajo nivel de desempleo en el país, diferentes especialistas aseguran que Uruguay se enfrenta a un escenario de complejidad creciente tanto para poder reclutar como para poder retener el personal en las empresas. El país precisa disponer de «más y mejores recursos humanos», de acuerdo al gobierno. Con un desempleo históricamente bajo, menor al 6%, y un crecimiento sólido, Uruguay enfrenta el desafío de disponer de más y mejores recursos humanos, para lo cual el gobierno apunta a programas de formación, a facilitar la contratación de jóvenes y mujeres, y en algunos sectores al regreso al mercado de personas retiradas. La tasa de desempleo en el país bajó a 5,5% en noviembre, dos décimas menos que el mes anterior (5,7%).

 

La cifra de noviembre – recientemente divulgada – se ubica por debajo del considerado desempleo estructural del país, estimado entre 6% y 7%, por lo que el gobierno enfrenta ahora el problema de cómo obtener más recursos humanos para mantener un crecimiento que en 2010 fue de 8,5% y se espera que llegue al 6% en 2011. Para el viceministro de Trabajo y Seguridad Social, Nelson Loustaneau, la variable «podría llegar a ser afectada por la crisis mundial, si afectara sensiblemente a algunos de los sectores líderes en producción de empleo en Uruguay», que abarcan desde el industrial, comercial o agrícola hasta el de servicios. Pero «el gobierno espera que el desempleo siga teniendo este comportamiento y las políticas activas se orientan hacia eso», dijo a AFP. Con 1,5 millones de ocupados, el desempleo afecta a menos de 100.000 trabajadores, en su mayor parte mujeres y jóvenes y cuyo mayor problema es la falta de formación, explicó Loustaneau.

Para Neker de la Llana, gerente de servicios profesionales de la consultora Manpower Professional, se está «en un escenario de complejidad creciente tanto para poder reclutar como para poder retener el personal, sobre todo el que tiene mayores niveles de calificación». De la Llana dijo a AFP que «las tensiones entre oferta y demanda se vienen percibiendo desde 2006 inclusive y se han agudizado en los últimos dos años». Estas tensiones se dan sobre todo en los segmentos de mayor calificación, en particular con las áreas industriales o de tecnología de la información, explicó. «De todas formas, en los últimos dos años se ha percibido un movimiento en el que en casi la totalidad de los segmentos podés encontrar dificultades para reclutar perfiles», observó. «Hace cuatro años reclutar perfiles de baja calificación no necesariamente era un gran desafío, hoy ya es una actividad que tiene sus complejidades porque se están alcanzando niveles de desempleo estructural». Según De la Llana, quienes siguen estando fuera del mercado de trabajo «no cuentan con las habilidades, conocimiento o experiencia como para poder insertarse en el mercado». El bajo desempleo también ha generado un incremento de los salarios por la fuerte competencia en algunos sectores, donde las remuneraciones crecieron en torno al 15%, observó. «En este momento el riesgo de perder competitividad en pocos años debido a un incremento de salarios que vaya más allá de un incremento de los niveles de productividad reales puede erosionar las posibilidades de continuar con un desarrollo sostenido», sostuvo.

Para el consultor, «Uruguay tiene el desafío de poder generar una fuerza laboral más calificada», en particular en las áreas donde hay más demanda, promoviendo la formación continua y manteniendo a los jóvenes dentro de los sistemas educativos.

Fuente: (AFP) Montevideo.com

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