Invitada por la Junta Departamental de Tacuarembó en conmemoración del Día Mundial de la Mujer, realizó una disertación Matilde Rodríguez Larreta de Gutiérrez Ruiz, donde reconoció “que es hoy un día especial para todos” e hizo historia sobre el origen del 8 de Marzo, y que ese día de “1857 un grupo de mujeres textiles tomó la decisión de salir a las calles de Nueva York a protestar por las condiciones en que trabajaban” y tiempo más adelante en la misma ciudad realizaron una “huelga polémica para aquellos tiempos, un grupo de mujeres reclamaba igualdad salarial, la disminución de la jornada laboral en 10 horas y un tiempo para poder amamantar a sus hijos. Durante de esa huelga perecieron más de cien mujeres quemadas, en un incendio que se le atribuyó al dueño de la fábrica, también tenemos que acordarnos el 1º de mayo de dos años atrás que tuvo un acontecimiento parecido”.
Matilde Rodríguez también recordó que en 1910 “durante la 2ª Conferencia Trabajadoras celebrada en Copenhague, más de 100 mujeres aprobaron declarar el 8 de Marzo como el Día de la Mujer Trabajadora, que actualmente se celebra como el Día Internacional de la Mujer”. Cita que en Uruguay desde las primeras décadas del siglo pasado, la mujer logra “conquistas legislativas muy importantes en el área de los derechos políticos y civiles, que situaron al país en situación muy avanzada” en el contexto internacional. Se trata de logros en el trabajo, en su maternidad y en la lactancia “que surge a partir de 1908” y que se legisla “en el derecho a la silla, hoy observamos a las mujeres cajeras de supermercado sentadas en las sillas” ese derecho procede de esa época.
Enumera la disertante que en 1913 surge la Ley de divorcio unilateral. En 1932 y 1943 aparecen leyes de elegir y ser elegidas, respectivamente. En 1946 se legisla por el derecho de “igualdad civil de la mujer” lo que se conforma de una serie de leyes muy “precoces para la región”. Luego hay como un receso en leyes pero se observa “un significativo aumento de mujeres que acceden a carreras docentes y universitarias y el ingreso de mujeres de cargos electivos en política”. Rodríguez recuerda que en la década de los ochenta proliferan “grupos a nivel barrial, religioso, político y académico en torno a temas como salud, educación, trabajo y participación política”. Este movimiento confluye con “la llegada de la democracia y la caída de la dictadura” donde las mujeres participan en la Comisión Nacional Programática, con sus propuestas. En dicha Comisión se establecen políticas de género, pero recién en 1990 “se crea en el Ministerio de Educación y Cultura el Instituto Nacional de la Familia y la Mujer” por la Ley del 29 de octubre de 1991.
La conferencista también reconoció que los programas “han sido limitados en general, porque desconocen el contexto social donde las mujeres viven, su particular condición de género las mantiene en posición de desventajas social, determinadas por pautas y patrones culturales. Más allá de las leyes y los decretos hay un tema cultural que viene atrasando el tema de la mujer”, esto se nota en el ámbito laboral “está segregada por rama de actividad, categoría y tipo de ocupación” subraya que existen “laudos que por igual trabajo perciben menor remuneración, se habla que hay un 30% entre el salario del hombre y la mujer”. Considera Rodríguez Larreta que la situación diferencial entre género “deriva de una sociedad patriarcal y que influye también en los programas educativos, de toda la sociedad y del hogar” lo que deriva en un tema álgido de hoy “que es el caso de la violencia doméstica, que es un tema de los derechos humanos”. En 1979 la ONU aprueba y Uruguay lo ratifica, un instrumento jurídico internacional “para promover la igualdad de las mujeres”, en 1993 en Viena “se consideró a la violencia contra la mujer como una violación de derechos humanos”. La expositora subraya que en nuestro país la Ley 16.707 de 1995 reconoce “como delito la violencia doméstica y se incorpora al Código Penal y finalmente el Parlamento aprueba la Ley 17.514 de Violencia Doméstica” y con estas leyes el Uruguay dio cumplimiento a lo establecido en el ámbito internacional.
Para analizar la violencia doméstica Rodríguez Larreta afirma que hay que analizar el contexto donde “el género y el poder son conceptos claves, en ese sentido es uno de los mecanismos de control social que tiende a mantener el esquema de autoridad patriarcal sustentado en la desigualdad de los sexos”. Para evitar situaciones de violencia doméstica la expositora recomienda “estimular la denuncia y recurrir a los dispositivos públicos y privados para la protección del vulnerable. Todos sabemos que esto es un cambio cultural profundo, porque en el Uruguay está tan arraigado ‘el no te metás`, incluso la propia víctima tiene incorporado que no debe decir lo que sucede en su casa”.
Afirmó que las mujeres tienen un rol fundamental “en el aquí y en el ahora de nuestra sociedad” de recuperación de valores en lo social, “no en exclusividad”. Finalmente sostuvo que “las mujeres somos agentes de trasmisión de valores más significativo para nuestro país” y guardan “especiales condiciones para ser polea de trasmisión hacia las nuevas generaciones y también a nuestros contemporáneos”.
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