Ese objetivo, que contempla un 45% de energía hidroeléctrica, 15% de biomasa, y 30% a partir del viento, es el manifestado por el gobierno uruguayo y reafirmado tanto por el titular de la Dirección Nacional de Energía, Ramón Méndez, como por el presidente de la eléctrica estatal UTE, Gonzalo Casaravilla. Esa meta no es nueva, ya hace dos años atrás esa afirmación era sustentada por el ministro de Industria, Energía y Minería (MIEM), Roberto Kreimerman, quien aseguro públicamente que el Gobierno tiene como meta que para cuando llegue 2015 el país tenga el 50% de la matriz energética basada en fuentes renovables -excluyendo las hidroeléctricas-.
La política energética uruguaya no solo ha tenido una línea de continuidad desde que el actual presidente, José Mujica, reemplazara su compañero de partido, Tabaré Vázquez, en marzo de 2010, sino que incluso ha tenido aun mas enjundia.
Una prueba reciente de ello es el reciente contrato que UTE ha firmado con la empresa Monte del Plata que tendrá su propia planta generadora con base en celulosa, a instalarse en Conchillas, departamento de Colonia, que permitirá la comercialización de hasta 80 megavatios a partir del comienzo de funcionamiento de la planta en 2013, por un periodo de 15 años.
Semanas atrás, el organismo también ha firmado acuerdos para la compra de energía con 20 parques eólicos privados en construcción en varios departamentos del país, dato al que debe agregarse el acuerdo anunciado en mayo pasado entre UTE y Eletrobras, su símil brasileño, por el que habrá inversiones conjuntas en energía eólica por aproximadamente 350 MW antes de 2015. La expectativa es que para ese año haya una capacidad instalada eólica de 1.000 MW; actualmente, es de casi 50 MW.
La actual demanda de energía es de 10.000 GW/hora, equivalente a lo que producen todas las centrales hidroeléctricas a plena capacidad, pero se estima que para el 2015, como producto del ritmo de inversiones productivas, esos números llegaran, e incluso superaran, los 13.000 GW/hora.
Fuente: Energías Renovables
Foto: El País
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