UN LIBRO QUE MUERDE “Escritos” de Jorge Lazaroff / Por Hamid Nazabay

A juzgar por el título, y para aquel que no tenga idea de quién es Jorge Lazaroff –algo común, sin importar el estamento intelectual en que una persona se encuentre–, este “Escritos” podría ser una serie de trabajos de algún filósofo o de alguien que teorice en tal o cual disciplina, que sólo aquellos que estén dentro de la misma decodifiquen. Así, al menos, para la generalidad, el título no denota nada específico. Sin embargo, llamará la atención de quienes sepan del “Choncho” Lazaroff, más aún por no tratarse de un disco del músico; no todos tienen que conocer su labor “periodística”, y saber que al ‘Lazaroff-músico’ le supone el ‘Lazaroff-crítico’. El libro es una serie de artículos publicados en Asamblea (1983-1985) y en Brecha (1985-1987), más otros trabajos diversos (diálogos para espectáculos, programas de cursos, currículums). Varios de ellos ya habían sido editados en un dossier sobre el “Choncho” (La Tuba – Nº1, diciembre de 1989), a pocos meses de su muerte.

La compilación está a cargo de la musicóloga Graciela Paraskevaídis, que prologa el volumen, dejando –con sobriedad y elocuencia– la mesa servida para el sabroso banquete conceptual que vendrá. Evidentemente, no a todos los comensales por más o menos frugales que sean les caerá bien el bufet, a muchos les costará digerir, y otros se retirarán casi sin probar nada; los más no se darán ni por enterados que ese banquete era para ellos. Y los que coman, aunque bien digestos, habrá que ver si asimilan el alimento.

Ahora bien, Paraskevaídis también adjunta al final “Algunas referencias bibliográficas sobre Jorge Lazaroff”: lista que será más que útil para los que quieran conocer más sobre el artista. (Sin lugar a dudas lo más acabado sobre él es lo que se encuentra en “Los que iban cantando. Detrás de las voces” de Guilherme de Alencar Pinto, donde de Lazaroff –sólo individualmente– se dedican unas 125 cargadas páginas.) No obstante, lamentamos que Paraskevaídis, aprovechando la publicación, no haya sido exhaustiva, más allá de que la exime la mención de “Algunas referencias…” Percibimos la faltante de referencias –aunque sean breves– en obras globales que pueden ser de búsqueda inmediata y que introducirían y aproximarían a muchos a esta figura musical, como el “Aquí se canta…” (1980) de Capagorry y Rodríguez Barilari, la “Guía de la música uruguaya” (1995) de Mary Ríos, el “Catálogo Biográfico de Autores Uruguayos” (Agadu; 2000) y el “Canto popular: historia y referentes” (2013) de quien suscribe.

Digresiones aparte, ubicándonos en el contenido de los escritos, nos encontramos con un crítico sagaz, sarcástico y mordaz. Pero no existe allí la crítica “criticona” sino La Crítica: la de quien conoce su oficio y está en constante formación del mismo (autocríticamente). Es importante señalar, entonces, que el ‘Lazaroff-crítico’ cuenta con las herramientas para esa crítica; las ha forjado en el estudio y el trabajo, en una actitud reflexiva hacia los mismos y hacia el entorno.

De tal manera, realiza fuertes y sustentados cuestionamientos a la música popular uruguaya, a su funcionalidad y la de los músicos. Enfatiza en aspectos pedagógicos de la armonía y la composición. Los vincula con la política y las lógicas de poder y dominación.

Dicha crítica político-musical está presente para desmontar al “Puma” Rodríguez”, en un artículo que tal vez este “artista” no merezca (no merece que se le dedique tanto tiempo). Hace lo propio con “estrellas” como Serrat, Soledad Bravo, etc., y les marca sus marcados traspiés. Así mismo con algunos de los intocables y a veces vanagloriados exponentes de la Nueva Trova Cubana (Silvio Rodríguez, Pablo Milanés).

En varios de los artículos trabaja sobre la función de la música popular y, más que tratar a esta como una entidad que abarca a todos (y puede a su vez ocultarlos), le habla al músico en sí: a ese representante del movimiento, como co-responsable del estado del mismo, apelando a la asunción de su rol crítico. Donde los embates son más cáusticos parece ser en el artículo “Música popular: ¿Militancia o empresa?”, hoy podríamos agregar “…o empresa (privada o estatal)?”; teniendo en cuenta la última campaña publicitaria preelectoral parece estar todo muy claro, y este escrito de Lazaroff tomar probada vigencia.

Creemos (y consideramos) que, implícitamente, esta edición es para los músicos. Porque abarca temáticas que les son inherentes y que deben conocer, como por ejemplo el por qué se compone como se compone, en base a qué criterios estéticos imperantes (¿e imperiales?). A veces estos criterios compositivos se dan de un modo preconsabido y hasta maniqueo, otras desde una inocente inconciencia y/o inoperancia. La cuestión es ser conciente desde dónde se hace música.

El libro también aporta a desmitificar a esos ídolos de tantos y referentes de algunos, para antes de admirarlos observarlos, antes que influenciarse de ellos tenerlos como una referencia; en suma, y esto llevado a la práctica musical, para antes que reproducir producir.

Es deseable encontrarse con este trabajo, lo sería leerlo y releerlo. Que los músicos, sobre todo los de nuevas generaciones, traten de mirarse en él, y los demás intenten encontrarse allí, porque están aludidos, de seguro están, al menos la grandísima mayoría.

Ficha Técnica:

Título: “Escritos”

Autor: Jorge Lazaroff Cesconi (Montevideo, 1950-1989)

Editorial: Tacuabé

Páginas: 144

Fecha: setiembre de 2014

Lugar de edición: Montevideo

Medidas: 15 x 21 cm

Edición con apoyo del FONAM

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