MEVIR: Más de 4.300 familias rurales beneficiadas

En los últimos cuatros años Mevir benefició a un total de 4.393 familias con la adjudicación de viviendas y unidades productivas para alquilar con opción a compra, obras de conexión a la red de UTE y readjudicación de viviendas. La meta para el quinquenio es realizar 1.000 obras anuales. El presidente de Mevir (sigla tomada del Movimiento ProErradicación de la Vivienda Rural Insalubre), Ariel Díaz, señaló que una vivienda o unidad productiva de Mevir surge tras el interés de un grupo de vecinos, asentados en el medio rural, cuyas viviendas no poseen las condiciones necesarias de habitabilidad.

Mevir trabaja desde 1967 con el objetivo de contribuir con la construcción de un hábitat sostenible para la población que vive o trabaja en el medio rural. Desde 2005 se desarrolla una planificación en el marco de políticas de desarrollo integral (productivo, social, ambiental, territorial).

Díaz recordó que se implementa un sistema de acceso a la vivienda adecuado al medio rural y basado en un concepto integral de hábitat, según el cual la vivienda es un elemento dentro de un sistema complejo donde interactúan equilibradamente varios factores: el territorio, la producción de bienes y servicios, el ser humano en comunidad, los servicios comunitarios y las infraestructuras físicas.
Las obras – De acuerdo a las necesidades planteadas por los grupos de vecinos interesados, Mevir construye viviendas en un barrio o aisladas o unidades productivas como tambos, queserías u otro tipo de instalaciones.

A través de convenios con distintas instituciones públicas también construye centros CAIF, policlínicas, escuelas y liceos, destacamentos de Policía y electrificación. 
Para ser beneficiarios, los vecinos de una localidad deben formular una solicitud grupal para construir viviendas. Cada interesado debe presentar cédula de identidad y comprobante de ingresos; informar sobre las personas a cargo y comprobar la residencia en la localidad superior a tres años. Posteriormente, asistentes sociales visitan a las familias inscriptas para determinar las prioridades en la inclusión del proyecto.

Asimismo, la familia beneficiada debe contar con un ingreso menor a 60 unidades reajustables, con capacidad de pagar la cuota de la vivienda con un subsidio de hasta el 70 % de Mevir y tener disponibilidad para trabajar en la obra de construcción.

El participante será arrendatario con opción a compra de la vivienda y contará con un plazo de 20 años para cancelar el pago. Luego de cumplido ese plazo y la cancelación de la deuda, se le realizará la escritura del inmueble con los costos pagos por Mevir. Esto se debe a que en 2008 se firmó un acuerdo con la Asociación de Escribanos del Uruguay, por el que se realizan escrituras masivas de hasta 80 viviendas en una misma localidad. Entre 1994 y 2007 se realizaron 450 escrituras; en 2014 ya hay 3.500 viviendas escrituradas.

Los derechos y obligaciones sobre la vivienda son heredables. Sin embargo, tras cancelar la deuda el nuevo propietario puede venderla, tras la autorización de Mevir, que a su vez tiene la prioridad para comprar la vivienda y volver a adjudicarla a otros interesados.

Metas – Con un presupuesto anual para obras de 39 millones de dólares, la meta propuesta para el quinquenio fue llegar a la construcción de 1.000 unidades anuales en promedio.  A junio de 2014, lleva inauguradas más de 3.500 obras, entre construcciones de viviendas nucleadas y aisladas (72 %), unidades productivas (26 %) y otras obras (2 %).

Estas obras beneficiaron a un total de 4.393 familias del medio rural que recibieron una vivienda, unidad productiva, readjudicaciones u obras de electrificación.
A su vez, el programa promueve actualizaciones para comprender la “nueva realidad” del medio rural, que implicó cambios en la producción, exportaciones y mayor introducción de la tecnología, provocando el aumento del precio de la tierra. Díaz explicó que aún existen pueblos prácticamente aislados que no se suman a esta nueva realidad productiva. Para ellos, Mevir firmó un convenio con la Universidad de la República para comenzar a trabajar en dos pequeños poblados.

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