EL ZOOLOGICO “LOPEZ LOMBA” MAS QUE UN LUGAR DE PASEO –

Eduardo Soboredo “La gente tiene que visitar el zoológico” – Ubicado a dos kilómetros de la ciudad de Tacuarembó, con ingresos por Avenida Secco Aparicio y Ruta Nacional Nº5, está el Zoológico Municipal “Dr. Mauricio López Lomba”, nombre con el que fue bautizado por un decreto del Gobierno Departamental en referencia a este ciudadano, quien fue el que comenzó a reclutar a los animales en Villa Ansina. En el año 1992 oficialmente se traslada y se inaugura en Tacuarembó, tal dónde está hoy.

El debate mundial sobre si deberían existir o no los jardines zoológicos no es el tema de este artículo, pero apenas rozando la disyuntiva, recordemos que los argumentos a favor entre quienes defienden la existencia de estas prisiones animales son el entretenimiento, la educación, la investigación científica y la preservación de los animales en peligro de extinción. Por otra parte, para algunos el término animales en cautiverio no es más que un eufemismo para nombrar lo que son en verdad los zoológicos, yendo a un gran extremo, prisiones o campos de concentración animal, como los llaman los fundamentalistas ecológicos. En palabras del filósofo, psicólogo y sociólogo alemán Theodor Adorno, “Auschwitz empieza donde quiera que uno mira un matadero y piensa: son sólo animales”. Claro, un zoológico no es un matadero. Por lo menos literalmente.

El Zoológico de la ciudad de Tacuarembó depende de PRODEMA (Programas de Desarrollo y Medio Ambiente) que a la vez es una dependencia de la Intendencia Departamental de Tacuarembó. En la dirección de PRODEMA está el maestro Eduardo Soboredo Berriel, quién recibió en su oficina a TACUAREMBÓ 2030 para dialogar sobre el actual estado del lugar.

-¿Cuánto tiempo lleva a cargo de la dirección de PRODEMA?

Un año y cinco meses.

-Y en cuanto al zoológico, ¿cómo lo encuentra?

Estamos insistiendo que es un parque donde hay animales, yo quiero encararlo de esa manera. Tiene muchos puntos favorables, si bien están en cautiverio están en amplios espacios y no ubicados en jaulas de tres por cinco. No están en libertad pero tampoco están comprimidos, por ejemplo la fiera tiene algún espacio para circular o algunos especimenes autóctonos como el capincho, ñandú o el chajá están en estanques con mucho espacio. Los ciervos también están ubicados en espacios importantes lo cual hace que esos animales vivan en un cautiverio pero no en una cárcel para animales. Tenemos idea que se puede mejorar y darle mayor espacio que es lo que estamos trabajando a los monos. La idea es que hay que poner en libertad a algunos que puedan permanecer de esa forma, así como en este momento hay algunas gallinas de guinea o pavo reales. Buscamos espacios mayores para ciertas aves, pero estamos necesitando una jaula grande. Queremos que estén no en pequeños espacios -que si bien permite observarlos mejor porque están más cerca de ninguna manera se desarrollan correctamente-. También necesitamos algunos otros animales, necesitamos crecer en cantidad de especies, porque estamos muy concentrados en ocho, diez o quince especies y quizás eso hace que se vuelva un poco más monótono. Pero primero necesitamos tener animales nosotros para poder ir al cambio porque el método de los zoológicos es que los animales no se compran ni se venden, sino que se hace trueque con otros en otros departamentos. Para crecer tenemos que lograr que los animales que tenemos entre si se reproduzcan o sino a través de donaciones; hay gente que hacen donaciones de animales, pero por lo general se logra mediante el trueque y no de otra forma. No hay un mercado que permita decir voy y compro los animales que quiero poner acá.

-Con respecto de lo de crecer en especies, uno de los imaginarios que tiene la sociedad en cuanto al zoológico es que años atrás existían más variedad de animales. ¿Es así?

Sí, creo que es así. Por la documentación que tengo se han perdido especies. Han fallecido algunos animales y no ha habido una reposición. Por ejemplo el tigre, que falleció. En determinado momento hubo una cebra que también murió hace algunos años. También un oso. El tema que para reponer tienes que tener algo para dar, salvo que otro zoo tenga esos animales en exceso y te ofrezca. Es difícil que el animal se reproduzca en cautiverio. No son animales que de por si nacen en cautiverio. Aunque a veces se da. Acá alguna vez pasó con un jaguar, pero tienen que estar dadas muchas condiciones: que esté tranquilo, que el ambiente sea lo más privado posible, cosas que no se logran fácilmente porque llega el publico. Siempre existe una excitación, no solo por estar encerrado sino porque llega el publico. Hay un montón de componentes que hacen que no se logre llegar a buen término en la gestación de una hembra.

-Recuerdo que una vez hubo un pingüino. ¿Se acuerda? (Sí lector, quizá usted como yo recuerde que hubo un pingüino en el zoo de Tacuarembó en pleno verano…)

No, no recuerdo. En este momento estamos tratando de hacer una limpieza en los estanques para poner algunos monos allí, cosa que ya se hizo alguna vez. A los efectos de que el animal quede en plena libertad. El gran problema que tenemos en las islas es la sequía. Ya hubo una experiencia en que los estanques se secaron tanto que los monos que estaban allí se fueron caminando. Por eso estamos esperando que llueva para poder llevar a cabo esa idea. Estamos también arreglando los caminos, se hace mantenimiento permanente del pasto porque transcurre mucha gente. Se está señalizando los lugares con flechas para orientar a la gente, y tenemos un servicio veterinario que está concurriendo

-¿Un servicio veterinario fijo para Tacuarembó?

No no, es un veterinario que viene desde el zoo de Durazno y nos hace todo el servicio sanitario.

-¿Cada cuanto concurre?

Una o dos veces por mes, según se lo necesite.

-¿Y cómo encuentra a los animales?

Los encuentra bien. Ordena las dosificaciones de inyectables, se los desparasita, fija la alimentación que deben tener los animales. El veterinario hace un plan y lo presenta.

-¿Se cumple al pie de la letra lo que se ordena en cuanto a la alimentación de los animales?

Eso queda en manos de las personas encargadas. El veterinario llega e indica, a no ser cuando son medicamentos que el mismo lo administra.

-¿Y quiénes son los encargados?

Los funcionarios municipales.

-¿Y sobre ellos existe un control?

No un control permanente porque no se puede estar observando el trabajo de las personas de forma permanente.

-Con respecto a los estanques de agua, el mayor está tapado de un manto rojo.

Están todos así, es como un camalote pequeño y no ha llovido como para que desborde. Cada estanque tiene un desborde que vuelca hacia el otro, porque si no se llenaría e inundaría. Y hace tiempo que no llueve como para que suban los estanques y desborden.

-¿De todas maneras no se puede limpiar?

Si se puede limpiar. Pero por lo general eso se elimina cuando llueve mucho, porque no tenemos ni la herramienta. Por ejemplo en la Laguna de las Lavanderas viene una empresa a limpiar. Los animales que están en esa laguna se encuentran bien. Se han intentado algunas limpiezas pero el camalote se reproduce muy rápido, y tendrían que poner mucha gente para poder limpiarlo. Las tareas allí son darle de comer y de beber a todos los animales.

-¿Cuántos animales hay?

Doscientos once.

-¿Cuántas especies?

En este momento no lo recuerdo.

-¿Cuántos funcionarios?

En general funciona con diez, pero con el problema que hubo sacaron gente y no suplantaron a todos. Hoy estamos con menos de diez. Actualmente debemos estar con seis. Se reparten en dos turnos normalmente y cumplen la tarea de dar alimentación, comida y mantener el pasto corto.

El Zoológico de Tacuarembó en la prensa nacional – En diciembre pasado la ciudad estuvo fugazmente nombrada en los principales medios capitalinos por una noticia que fue empañada por otras más importantes. La que pasó casi desapercibida, se trató de irregularidades detectadas en el zoológico. Algunos funcionarios encargados de darle de comer a los animales desviaban el alimento y lo comercializaban en una carnicería de la ciudad. Al ser consultado sobre esto, Soboredo explica: “En el problema del zoo intervino la justicia. Fue el día 30 de noviembre del 2011 y fue procesado un funcionario según el parte policial; y en lo administrativo la Intendencia inició un sumario contra ese funcionario y contra cinco más. Ese tema está en proceso en la parte jurídica de la intendencia. Ahora estamos trabajando con otros funcionarios, pero hubo gente del zoo que no estaba involucrada.

-¿Es algo que sucedió ahora o se venía dando desde antes?

Aparentemente, aunque no lo podemos demostrar, venía sucediendo desde hace un tiempo; aunque no sabemos desde hace cuanto. En definitiva se sustraía la carne destinada a los animales y se comercializaba, eso fue lo que investigó la policía, lo comunicó a la justicia y la justicia procedió. Se hizo el procesamiento correspondiente de uno y se dejo en libertad al resto.

-¿Cómo se destapó este tema, a partir de qué?

Aparentemente del INAC (Instituto Nacional de Carne) investigó que se estaba comercializando carne clandestina en la ciudad. Ahí comenzaron a hacer una investigación para ver de dónde provenía y a partir de ese procedimiento se determinó que uno de los que aportaba era un funcionario del zoo municipal.

-¿Y con respecto al proveedor de la carne al zoo?

Nosotros no tenemos nada que ver. El no tiene nada que ver, no está involucrado, solo viene descarga y se va.

-¿De qué manera se provee la carne?

Bueno hubo seguramente una licitación y quedó esta persona, en realidad son dos o tres que son los que abastecen al zoo.

-¿Y cada cuando se renueva el abastecedor?

Desconozco. Eso ya estaba en proceso cuando yo ingresé acá. La adjudicación ya estaba hecha. Pienso que el proveedor se ha renovado porque ha habido distintas administraciones, distintos intendentes. Pero se hace a través de las licitaciones.

-¿Pero tiene idea si se ha renovado el proveedor?

No lo sé. La persona viene, descarga los animales y a partir de ese momento ya no tiene nada que ver. El animal ingresa al predio y queda en manos de los funcionarios que son los encargados de realizar la faena y distribuir la carne a los animales. Son un consumo final, cuando llegan allí no salen más. Es para la alimentación, no hay otra mecánica.

– ¿Qué costo tiene la carne que adquiere la Intendencia destinada a los animales del zoológico?

Acá no se le paga más que un precio que se denomina el ficto que es un precio fijo. El animal puede costar por ejemplo ocho mil pesos, pero acá se le paga el precio ficto.

-¿Pero si le traen una carne de primera o una en malas condiciones se paga lo mismo?

Sí, claro, se llama el precio ficto (es una suma fija). El precio es el mismo sea la carne que sea. Se le paga por vacuno el “precio ficto”, que es un promedio que se hace entre lo más barato y lo más caro. Se compra lo que se llaman carne tipo de conserva, los animales llegan vivos.

-¿En cuanto al veterinario que viene, presenta posteriormente un informe?

-Sí, y los animales están bien. Acá hay un error que quiero aclarar. La gente cree que los animales estaban flacos por la falta de carne, pero no era así. Si estuvieran flacos nos habríamos dado cuenta, y los que no estaban implicados en lo que sucedió también lo hubieran notado, o el mismo público. Hubo algunos informes de prensa equivocados. Una radio de Montevideo me llamó un día para decirme que se habían enterado que había muerto de hambre el tigre, ¡y les explique que no se había muerto de hambre ningún tigre porque no teníamos tigre! Hay algunas equivocaciones. El tema es así: hay un error de la gente en creer que un león o cualquier fiera amanece en su hábitat y sale a comer. El animal come cuando tiene hambre. En cautiverio los animales no salen todos los días a comer, porque no hacen ejercicio y necesitan menos energía. En la selva el león come y después pasa cuatro días sin comer.

-De todas maneras…

Claro yo no estoy justificando nada, estoy explicando como es. En el zoológico la orden del veterinario es que los animales coman lunes, martes, miércoles, jueves y viernes. Sábado y domingo no porque hay público y hay que tener la jaula limpia. Esos días los animales tienen la comida asegurada. Lo que imaginamos que sucedía es que los animales comían lunes miércoles y viernes. Los animales nunca dejaron de comer, sino hubiese muerto alguno y no murió ninguno de hambre. Ahora estoy seguro que están comiendo todos los días lo que deben de comer, antes no se si lo hacían. Fue una cosa que se solucionó, no fue una equivocación de parte de los funcionarios y hoy por hoy la justicia ya actuó y por parte de la intendencia está en marcha el proceso administrativo para aclararlo. Se comentó mucha cosa, pero ahora están hasta gordos los animales, están redondos. Pero además llego a la conclusión de que la venta de esos días era de unos 20, 25 kilos de carne. No se vendía la res entera.

-¿Además de lo mencionado, que le gustaría mejorar en el zoológico?

-Se plantaron árboles, porque murieron debido al temporal y a que se infectaron. Las hormigas atacan mucho y el problema es que no podemos usar veneno por la gente y por los animales. Queremos recuperar la parte de parques. Pero es una tarea que no se va a ver hasta dentro de unos años. Invito a la gente que vaya al zoo. Es un paseo muy apreciado por la tranquilidad que allí hay. Los fines de semana va mucha gente. Es un espacio donde los niños pueden andar libremente y hay mucho espacio para correr, para jugar, para ver a los animales, para pasar la tarde. Y estamos trabajando para mejorarlo y para traer nuevos animales pero no es una tarea fácil dado la forma en que se consiguen, pero el esfuerzo se está haciendo. Lástima que no lo vieron antes y lo ven ahora para hacer una comparación.

El zoológico de Tacuarembó seguirá estando en el mismo lugar, a pesar de los rumores y de alguna iniciativa fallida que intentó trasladarlo o planteó la posibilidad. A pesar de que sea uno de los puntos turísticos que promociona el departamento, la idea de que se ha venido a menos ganó un lugar en el imaginario tacuaremboense. Lo mejor que podría suceder es rebatir este concepto en el parecer de la población. Para eso se necesita del trabajo y el esfuerzo que la dirección de PRODEMA asegura se viene realizando. Por su parte, el maestro Eduardo Soboredo invitó a que dentro de un año volvamos a conversar. Esperamos ver que los desafíos planteados para una reconstrucción de algunas áreas del Zoológico “Dr. Mauricio López Lomba” den sus notorios resultados.

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Cuenta la fábula del francés Jean de La Fontaine, que un lobo hambriento se encontró un día a un perro Mastín que estaba perdido en el bosque pero muy bien alimentado. El lobo entabla una conversación con el canino intentando averiguar cómo era que lograba encontrarse tan saludable. “Si tu quieres puedes estar como yo. Solo sígueme y tendrás una mejor vida”. A cambio, le contó, solo debía obedecer al amo. El lobo comenzó a seguirlo, pero en el camino notó que el perro tenía una peladura en el cuello. “Será la señal del collar al que estoy atado” dijo el perro a lo que el lobo contestó “¿Atado? ¿Pero cómo? ¿No vas y vienes a dónde quieres?”. “No siempre, ¿pero eso que importa?” respondió el Mastín. “Nunca vendería mi libertad a cambio de nada” fue lo último que el perro le escuchó decir, mientras el lobo de alejaba corriendo.

Por CAMILA SIQUEIRA (camilasiqueira85@gmail.com)

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